lunes, 29 de octubre de 2012

EL PREAVANCE Y EL PORQUÉ DE LA REVISIÓN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE MADRID


Al hablar de su encuadre conceptual, y en el conjunto del documento, el Preavance se esfuerza en justificar plenamente la necesidad y la legitimidad de la Revisión, lo que le lleva a incluir por doquier textos que en puridad deberían estar una memoria descriptiva y justificativa no entreverada en las determinaciones especificas.
Entendiendo el planeamiento como un proceso continuo, -lo que relativiza el compromiso temporal de sus determinaciones- el Preavance establece que la Revisión del Plan tiene por objeto:
‘reorientar la evolución de la ciudad que se ha ido construyendo a partir de los planes anteriores, sin ruptura con la cultura que su aplicación ha ido generando y que constituye uno de sus activos más importantes. […al] objeto de establecer alternativas a aquellos mecanismos o instrumentos que se han detectado inoperantes para resolver determinados problemas o necesidades de la ciudad contemporánea. (p 8)’.
Con ello, el Preavance adopta un planteamiento innecesariamente conservador, que parece dirigirse más a la superación de imperfecciones o limitaciones ‘técnicas’ del Plan anterior que a la toma de posición frente a:
-         La más que segura conveniencia de poner en cuestión y superar la ‘cultura que ha ido generando P 9 ’ del Plan a revisar, lejana en su momento de los criterios de sostenibilidad y reciclaje.
-         La revisión crítica de los objetivos de crecimiento extensivo.
-         La presencia cambios sociales, culturales, económicos y políticos predeciblemente permanentes que reclaman estrategias de respuesta no voluntaristas.
-         Cambios o modificaciones de política urbana.
Ese primer planteamiento de revisión continuista esconde, bajo un ropaje de eficacia técnica, lo que debería haberse planteado, abiertamente, como una reconducción crítica de aquellas partes y criterios del PGOU97 que no produjeron resultados asumibles: ¿quién está orgulloso de los PAU’s?.
Contradiciendo esa postura, dice que:
‘Es evidente que la Revisión del Plan debe propiciar y favorecer el planteamiento estratégico que nos vaya aproximando a los objetivos que la ciudad se ha fijado, a medio plazo, recogidos en documentos sectoriales como el denominado “Futuro Ciudad de Madrid 2020 (p 8)’.
Pero reconoce que se enfrenta a limitaciones:
‘un Plan General […]no es un Plan estratégico… […] las dos operaciones, posiblemente de mayor calado estructurante […] no han surgido o no han sido controladas por ningún instrumento de planeamiento general… ‘.
‘[…] su capacidad de ordenar y jerarquizar el espacio solo puede tener efectos positivos bajo la visión estratégica de un planeamiento territorial de escala superior (hoy inexistente)….[…] El Plan General vigente, carece de esas necesarias directrices territoriales de escala superior y pormenoriza excesivamente las determinaciones de la escala inferior (p 9)’.
Con estas premisas divergentes y limitativas, el Preavance se ve obligado a buscar un difícil equilibrio:
-         Por un lado, continuidad matizada políticamente correcta, asumible por la Corporación y por los distintos actores del entorno inmobiliario.
-         Por el otro, necesidad de cambios cuantitativos y cualitativos profundos, justificados por los excesos y carencias del PGOU97, por la imperiosa urgencia de sostenibilidad, y por las mutaciones socio culturales y económicas generadas por el cambio rápido de una sociedad de excesos a una de carencias.

Bernardo Ynzenga Acha                                                                        

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