La
“prolongación norte de la Castellana”,
materializando el salto Metropolitano,
del eje mas potente y eficiente de difusión
de la Centralidad, a través de Fuencarral/Alcobendas, cruzando la M-30,
hasta la M-40, sobre los terrenos del APR Fuencarral-Malmea, hasta la
M-607/Colmenar, y Nuestra señora de Valverde/Avenida de Fuencarral/M-603-Área+Eje
Industrial-Terciario, en Alcobendas, y
las Avenidas de la
antigua Madrid-Irún, liberadas por la autovía del norte,
encadenando áreas de actividad de Alcobendas, en un eje de final abierto, era
el proyecto, potente, asequible, estructurante y metropolitano, formulado en 1989,
por la alcaldía de Rodríguez Sahagún, en el Avance de Revisión del PG85, con
entidad y sentido propios, que podría encontrarse ya materializada, de no
haberse integrado con la vecina “Operación Chamartín”, sus secuelas de
reversiones, y costosas transformaciones ferroviarias, recurrentemente
pospuesta, en los más de 20 años, transcurridos, y aún con incierto futuro sobre
su próximo emprendimiento, múltiples veces publicitado.
No
aguardar otros 25 años para que la Castellana cruce la M-30, y la M-40: Pese
a lo ya avanzado en su gestión, las magnitudes de inversiones requeridas en el
nuevo escenario de recesión, junto a la singularidad de la prioridad
estructural, y sus contenidos de Centralidad, invitan a considerar la conjunción Castellana/Chamartín,
en su doble objetivo de sutura y difusión de la centralidad, conforme a las
ideas originarias, analizando su progresiva ejecución que asegure hacer
efectiva, a corto plazo, la potencialidad de la extensión del eje Castellana/Fuencarral/Alcobendas,
completando, seguidamente, la intervención de sutura ferroviaria, retomando y
reservando la potencialidad de la extensión metropolitana de centralidades
hasta Alcobendas.
Serafín
Sardina COAM 7538
No hay comentarios:
Publicar un comentario