lunes, 29 de octubre de 2012

ACTIVIDADES ECONÓMICAS: TRATAMIENTO EN EL PREAVANCE DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE MADRID


Apoyar la creación de empleo avanzado figura como uno de los objetivos estratégicos del Preavance; que entiende como avanzado lo vinculado a empresas punteras, nuevas tecnologías, investigación e innovación, administración financiero-empresarial, creatividad…; empresas con gran capacidad para crecer y exportar, que incorporan tecnología y mano de obra muy cualificada. Ese objetivo se justifica, correctamente, por su efecto sobre valor añadido y competitividad, por su factor arrastre sobre otros segmentos de actividad y empleo y, ante todo, por su capacidad de atraer inversiones, Apoyar la creación de empleo avanzado figura como uno de los objetivos estratégicos del Preavance. Ese objetivo se justifica –acertadamente- por su efecto sobre la competitividad, por su factor arrastre sobre otros segmentos de actividad y empleo, y por atraer inversiones, empleos y crecimiento. Sin embargo, por mucho que crezca, ese empleo solo representará un porcentaje del total y estará asociado a un perfil laboral y profesional minoritario.
El esfuerzo dedicado a ordenar el territorio como preparación a la llegada de empleo avanzado ha de ampliarse a otros frentes; si no, aun siendo loable, el trato del tema de actividades económicas parece voluntarista, en ocasiones sesgado e incompleto.


Voluntarismo

Respecto del empleo estratégico aún reconociendo que un Plan no es un documento estratégico, el Preavance actúa como si lo fuese. Anticipa determinaciones y, sobre todo, actuaciones de gran capacidad y escala relativa como dando por hecho que si se realizan habrá demanda bastante para garantizar su ocupación, sin explicar por qué. Pero preparar el terreno no asegura el éxito.
Es sabido: no se crece para las cosas, se crece con las cosas. Lo contrario es voluntarismo.
Madrid ha tenido sobredosis de voluntarismos. Instalaciones olímpicas carísimas, concluidas o interrumpidas, para unas olimpiadas que no llegaron ni probablemente lleguen en un futuro próximo relevante. Cajas mágicas exageradas languideciendo sin que nada pase y nadie las quiera. Urbanizaciones desmesuradas para unas viviendas que ni son ni serán. Radiales para descongestionar un tráfico que no existe. No se construye un gran aeropuerto para que vengan más aviones, se construye cuando ya vienen muchos. En Silicón Valley cuando empezaron a llegar empresas informáticas no había nada; comenzó a haberlo a medida que llegaron; fue una respuesta no una anticipación; había una localización barata, fácil, conveniente, no demasiado lejos de varias universidades de primer orden. No había un polígono tecnológico terminado y a la espera; había un valle cuasi agrícola, buen acceso y porciones de suburbio residencial.
Es difícil que un polígono tecnológico se ocupe por recién llegados; es más frecuente que lo vayan ocupando empresas que ya están y quieren crecer o mudarse. Las nuevas tienden a preferir la certidumbre de un entorno conocido y comprobado, de una localización acreditada; rara vez se instalan de golpe, a toda escala. Cuando las grandes empresas del automóvil pensaron en instalarse en España no se encontraron con una batería de polígonos o terrenos a la espera; hubo de hacérseles sitio: una respuesta no un anticipo.
Esto no quiere decir que no hay que pensar en cómo responder e incentivar oportunidades para ese tipo de empresas y su empleo o en  cómo transmitir, desde el planeamiento, la imagen de que Madrid puede y sabe cómo dar respuesta a esas demandas. Lo que quiere decir es que el modo de responder y el modo de transmitir no es el de dibujar un deseado futuro voluntarista en distintos ámbitos u operaciones. Hay, debe haber, otras maneras. El Preavance apunta algunas:
-         Flexibilidad de usos: posibilidad de implantación -ocupación en edificación y/o emplazamientos existentes.
-         Mejora funcional y cualitativa de ejes, determinadas zonas o polígonos existentes, con buena localización, cuyo perfil actual de ocupación sea coherente.
-         Recuperación y adecuación de enclaves o zonas -no muy extensas-con baja ocupación y de pasado industrial o de almacenaje.
-         Posiblemente, mecanismos urbanísticos que faciliten traslados (vg. mantenimiento o ampliación del rango de uso cualificados y edificabilidad en edificio origen) e implantaciones en tejidos urbanos existentes (con las facilidades o cautelas que proceda).
-         Posiblemente, calificaciones o recalificaciones (limitadas) de suelo en localizaciones ventajosas por proximidad a determinados elementos clave (universidades, centros de actividades singulares, nodos de comunicaciones…).
En contrapartida: se debería:
-         Comprobar la capacidad de acogida de empleo (general y especializado) en las áreas que se propone calificar, muy extensas.
-         Reconsiderar la extensión, intensidad, contenidos, diseño y modo de actuación (unidades de ejecución, plazos etc.) de la denominada operación: Delicias-Méndez Álvaro-Abroñigal (que probablemente debería desdibujarse más y desdoblarse en varias).
Y ante todo:
-         Ahondar en el soporte teórico del sistema locacional productivo, y de su estrategia o modelo.


Sesgos

Al centrarse tanto en el empleo de la nueva economía el Preavance no hace hincapié en el resto del empleo. Su estrategia implícita tiene dos facetas y un complemento.
-         Implícito; lo relativo a servicios, comercio etc.. Lo confía al buen andar de la calificación de suelos y a los mecanismos de flexibilidad con que quiere dotar al plan.
-         Implícito: lo relativo a industria (y con ella a logística y almacenaje). Para lo mayor, asume y se apoya en la estructura heredada de polígonos y suelos industriales, mejorándola y completándola; para lo menor, mecanismos de flexibilidad.
-         Como complemento de ambas: posibilidad de actuaciones de mayor porte en áreas funcionales, y ejes de actividad, vía mecanismos especiales de evaluación de impacto etc.
Esa estrategia implícita -que contrasta con el dirigismo con que se aborda el asentamiento de la nueva economía o del terciario avanzado- relega a un segundo lugar, o deja sin tratar, otros importantes segmentos de empleo.
El grueso de los empleos madrileños no son ‘avanzados’, y el perfil del desempleo lo es aún menos.
Empleo en la Comunidad de Madrid. EPA 2012 T II (en miles)

empleados
parados
total núm.
total %
   Agricultura
10
9
19
0,6%
   Industria
254
28
282
8,3%
   Construcción
148
50
198
5,8%
   Servicios
2.354
197
2.551
74,8%
Buscan 1r empleo o parado > 1 año
0
360
360
10,6%
 Total
2.767
643
3.410
100,0%
Una gran parte está directamente está relacionada con los residentes:  funciones públicas o privadas de intendencia y servicio. Permitir y facilitar su instalación sin imponer trabas innecesarias a su evolución, y sin trastocar o mermar la calidad del entorno urbano es función básica del Plan. El Preavance acierta al responder con la estrategia de usos y los criterios de flexibilidad (sin prejuicio de los comentarios que ya se han presentado sobre ambos temas -usos y flexibilidad).
Otra importante parte de los empleos corresponde a trabajos cuya localización cambia y depende, como en el caso de la construcción. Respecto de ellos el Plan poco puede decir, salvo en lo relativo a movilidad y a condiciones del lugar de trabajo, en lo que fuese de su competencia.
Hasta aquí, todo bien; pero con esto no se agota el tema. Surgen al menos otras dos cosas sobre las que el Preavance puede y debe tener mucho que decir. Las comentamos por separado.


Capitalidad

El Preavance no parece reconocer el componente de empleo y edificación originado por la condición de doble capitalidad -estatal y autonómica. El empleo público en la Comunidad de Madrid estaba en 524.900 en el tercer trimestre de 2011(según comunicación de Ministerio de trabajo) En el municipio habría del orden de 275.000; Aun sin datos, 100.000 pueden ser de la Administración Central; otros 120.000 de la Comunidad Autónoma, más, por supuesto, los del propio Ayuntamiento y algunas otras entidades. Muchos de ellos como en salud, educación etc. están distribuidos por doquier; pero mucho otros no. ¿debe el Avance pensar en cómo optimizar su ubicación y en el uso de su patrimonio edificado? Estimamos que sí.


Paro

No se puede entender que el Preavance no hable del que en Madrid hay cientos de miles de personas en paro,(268.300 en 2011) y de que durante años el paro seguirá siendo un problema estructural. El avance no debe ignorarlo; debe asumir que hay del orden de 230.000 personas en busca de empleo y responder en lo que pueda. Es cierto que las estrategias del Plan contribuirán positivamente  tanto ayuden al asentamiento y crecimiento de actividad económica o impulsen algo los ritmos de obras y construcción. Pero, probablemente eso no baste y se tardaría mucho en resolver el problema. Frente a ello convendría tener en cuenta dos factores. De un lado, una gran parte del desempleo proviene de la construcción y/o tiene poca cualificación; de otro, el Preavance da valor estratégico a la mejora sistemática del entorno urbano, con especial énfasis en la calidad, imagen y habitabilidad de sus vías espacios públicos. Unir los dos. Sopesar si un goteo de muchas actuaciones metabólicas menores es estratégicamente preferible y compara bien con un número mucho menor de actuaciones grandes; y analizarlo con interés tanto en las estrategias de sostenibilidad como en los apartados de viabilidad económica.


¿Ciudades de…?

El Preavance habla de la posibilidad, o conveniencia, de crear reductos especializados destinados a actividades o hubs de actividades específicas, mencionando a título de ejemplo, ‘Ciudad de la Imagen’, ‘Ciudad del Cine’… y lo hace sin entrar a comentar en qué casos pueden o no ser convenientes, porque hay ejemplos en uno y otro sentido. Es un tema no menor, significativo por lo que revela, .
La noción de ‘Ciudad de’, habla de un recinto específico, cerrado, especializado y con identidad propia. No es lo mismo agrupar actividades de producción ‘cerrada’ -con escasa o nula relación con otras actividades o con el público (salvo con los empleados que han de acceder) que hacerlo con actividades que podrían interactuar con el resto. No es lo mismo agrupar entidades menores para hacer un todo mayor (por ejemplo ‘Ciudad del Outlet’ o incluso ‘Parque Científico’) que reconocer la condición de núcleo de lo que, para existir, requiere gran escala (por ejemplo, Mercamadrid a la que nadie llama ciudad de la alimentación- o los ‘Recintos Feriales’ que el Preavance menciona y a los que no denomina ciudad de…).
En todo caso, y al margen de los méritos o deméritos que en según qué casos para pueda tener este tipo de conglomeración especializada, la expresión ‘ciudad de’ es un error; debe rechazarse. Habla de lo ensimismado y distinto; propone implícitamente una urbe que admite fragmentos cuasi autónomos reduciendo su engarce urbano a tan solo una cuestión de accesibilidad; habla de diferencias y -lo quiera o no- de exclusión o privilegio; habla de lo cerrado y distinto, de lo que una ciudad no debe ser.
Reitero una petición atendida: cuando se pensó en concentrar en Valdevebas todos los Juzgados etc. el conjunto se iba a denominar Ciudad de la Justicia; comenté el dislate con quien fuese, lo comprendió y paso a denominarse Campus de la Justicia.
Ciudad habla de cierres, Campus habla de lo abierto, y accesible. También valen los nombre propios. Barajas, Mercamadrid, Puerta del Sur… Pero no es sólo o principalmente cosa de nombre. Es cosa ante todo de concepto segregar es, siempre, un riesgo.

Bernardo Ynzenga Acha                                                                        

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